La Vriesea podría llamarse la reina de las bromeliáceas y, de hecho, una variedad, la V. hieroglyphica, con dibujos jeroglíficos en sus hojas, se denomina así, Otras variedades son la V. carinata y la V. x poelmannii.
Una vez ha florecido la Vriesea, su cultivo es muy sencillo. Como un bulbo de tulipán, puede colocarse en cualquier parte siempre que la planta se mantenga húmeda y no completamente a oscuras. La vieja roseta muere después de florecer, pero tarda varios meses. En la base salen nuevos brotes. Estos no florecen hasta al cabo de varios años, y aunque ello no se consigue fácilmente, siempre se hará mejor en un invernadero.
Luz; semisombra o luz moderada.
Temperatura: cálida Mínima 16-18º C. Máxima 30º C
Agua: necesita bastante agua de forma regular.
Humedad: necesita mucha humedad.
Tierra: requiere una tierra ácida y muy ligera.
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