miércoles, 7 de septiembre de 2011

Helechos



Los helechos crecen en lugares frondosos, también se pueden plantar en el jardín.
Un verde discreto y ningún tipo de flores, el helecho, ese modesto invitado del verano.
Una planta que requiere lugares frondosos y húmedos; pero que, por desgracia, todavía no cuenta con el éxito suficiente entre los amantes de las plantas.
Aquel que afirme que todos los helechos son iguales, no tiene ni idea de la interminable variedad de especies con que cuenta esta planta; por ejemplo, la escolopendra o lengua de ciervo (phylitis scolopendrium) con frondas fuertes y finas, el adiantum pedatum con pequeñas hojas muy finas.
Junto al pequeño asplenium trichomanes, se encuentra el helecho real ( osmunda regalis= que sobrepasa el metro de altura.
Muy llamativa es la doradilla ( dryopteris borreri) que presenta hojas alargadas con escamillas doradas o la matteucia struthiopteris con sus exhuberantes ramos de hojas.
Los helechos requiern un suelo muy poroso, rico en humus y enriquecido con mantillo y turba.
Se deben colocar en un lugar sombrío y al abrigo del viento.
Lo fundamental es regarlos en abundancia durante el verano.
Por lo demás no necesita de excesivos cuidados y se deben combinar con otras plantas que gusten de la sombra, como los nomeolvides o diversas especies de astilbe japónica que crecen a la sombra de los helechos cubriendo el suelo.
Otras especies más nobles, como el helecho irisado japonés ( athyrium niponicum metallicum) de exhuberante brillo metálico. o el polystichum setiferum proliferum, de finísimas hojas lanceoladas; resultan especialmente atractivos en compañia de las azaleas japonesas, mirabel púrpura y el ásaro europeo.

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